¿Qué se consideran en pulsioximetria valores normales?

Si alguna vez has visto un pulsioxímetro, ese pequeño dispositivo que se coloca en el dedo, probablemente te hayas preguntado qué significan los números que aparecen en la pantalla y ¿qué mide el aparato que se pone en el dedo?. Aquí te cuento de manera sencilla lo que deberías ver y cuándo podría ser motivo de preocupación.

En general, para una persona sana, el rango normal de saturación de oxígeno (lo que se llama SpO2) está entre el 95% y el 100%. Esos son los valores que indican que tu cuerpo está recibiendo y utilizando bien el oxígeno. Si el pulsioxímetro marca algo entre 91% y 94%, podrías estar viendo una señal de hipoxia leve, que es una manera técnica de decir que no estás recibiendo todo el oxígeno que deberías. Pero ojo, cuando los números bajan de ahí, especialmente por debajo de 90%, ya estaríamos hablando de algo más serio, y lo mejor es que consultes con un médico.

¿Cuáles son en el pulsioxímetro valores normales frecuencia cardiaca?. En adultos, la frecuencia cardíaca normal en reposo varía entre 60 y 100 latidos por minuto (LPM). El pulsioxímetro mide este valor al detectar los cambios en el volumen sanguíneo en la piel, proporcionando una lectura rápida y precisa.

Aunque los pulsioxímetros son bastante precisos, hay varias cosas que pueden hacer que los resultados no sean del todo exactos. Por ejemplo, la altitud puede jugar un papel importante. Si estás en una zona alta, como en una montaña, es posible que veas valores más bajos de lo normal simplemente porque hay menos oxígeno en el aire.

Otros factores incluyen la temperatura de tus manos: si tienes las manos frías, la circulación puede no ser la ideal, y eso puede afectar la lectura. Incluso la luz brillante, como la luz solar directa, puede interferir con el sensor del pulsioxímetro. Y por supuesto, si el dispositivo no está bien colocado o si hay esmalte de uñas oscuro en el dedo, también puede dar resultados engañosos.

Los resultados del pulsioxímetro deben interpretarse en conjunto con otros signos y síntomas del paciente. Por ejemplo, una SpO2 de 93% podría ser normal en personas con condiciones respiratorias crónicas, mientras que en personas sin estas condiciones, podría ser un indicativo de un problema respiratorio. La frecuencia cardíaca debe evaluarse según el contexto: una frecuencia anormalmente alta o baja podría sugerir estrés, fatiga, o condiciones cardíacas.

También es importante considerar cómo te sientes. Si, además de tener una baja saturación de oxígeno, estás experimentando síntomas como dificultad para respirar, dolor en el pecho o confusión, no lo dudes: busca atención médica de inmediato.

Para orientarte un poco más aquí te dejo esta tabla.

Durante situaciones como una gripe fuerte, neumonía, bronquitis o incluso COVID-19, un pulsioxímetro puede ser una herramienta útil para monitorear cómo están tus niveles de oxígeno. Si alguna vez has pasado por una de estas condiciones, sabrás lo complicado que puede ser respirar normalmente, y aquí es donde un pulsioxímetro puede ser tu aliado. Monitorizar esos niveles en casa puede ayudarte a decidir si necesitas contactar con un profesional de salud.

Para sacarle el máximo provecho a un pulsioxímetro, aquí van algunos consejos prácticos:

• Asegúrate de estar en reposo: Para obtener una lectura precisa, es mejor estar sentado y relajado.
• Colócalo bien: Asegúrate de que el dispositivo esté bien colocado en el dedo, sin esmalte oscuro ni luz brillante que interfiera.
• Evita las manos frías: Si tus manos están frías, frota tus dedos o colócalos en agua tibia para mejorar la circulación antes de tomar la medida.
• No te alarmes por una sola lectura: Si ves un número bajo, respira profundamente, relájate, y vuelve a medir. Si los números siguen siendo bajos, especialmente si te sientes mal, es mejor consultar a un médico.

Este artículo es para ayudarte a entender un poco mejor cómo funciona un pulsioxímetro y qué significan sus lecturas, pero no sustituye la opinión de un médico. Si tienes dudas o notas algo inusual en tus niveles de oxígeno, lo más prudente es que hables con tu médico de cabecera. ¡Ellos son los expertos!